Sobre cómo lo único que siempre necesité fue una Franja.
Cuando tomé la decisión de venir a Puebla, hace ya 6 años, sinceramente, todo era incertidumbre. Aunque como a muchas personas les he contado, ya había vivido por acá, 13 años de diferencia entre ese momento y el “presente” seguro que habían traído muchos cambios.
Al principio me “negué” a aceptar esos cambios, pero después me fui dando cuenta que la ciudad había crecido y que yo, en consecuencia, tenía que hacerlo también. Pero no imaginé que crecería taaaaanto. Y ahora les cuento por qué.
Por supuesto que el dejar todo (una vez más) representaba un reto, pero era el destino el que parecía ser más complicado de lo imaginado. Sin embargo, cuando alguien me preguntó “¿Por qué dejas tu estabilidad y buen futuro por el riesgo de el Puebla?”, la respuesta fue fácil: lo quiero lograr. Y para ser sinceros, no sabía cómo ni qué quería lograr, pero con el tiempo entendí que para mí, la meta era dejar un legado.
El reto implicó cuestionarme cosas que creía correctas; cambiar sueños y, por qué no, hasta enamorarme de una manera bien distinta del deporte. Puebla me ha enseñado que nada está escrito y que, aunque suene trillado, lo único constante en la vida es el cambio.
Nunca se me va a olvidar mi primer partido en el Cuauhtémoc, (13 de octubre, cumple del Búfalo), lo helado que estaba y lo muy frustrado que me puse al darme cuenta que todo lo que sabía no aplicaba para el Puebla. Este equipo te exige de una manera diferente. Fue fácil reconocer que La Franja es la representación perfecta de la gente poblana; gente que no se rinde, que firmemente cree en sí misma y que va a hacer todo lo necesario para cumplir sus metas.
Y para responder a ello, había que hacer lo que más amo: hacer equipo. A veces nos salía bien, otras no tanto, pero genuinamente al centro de todo siempre ha estado el “seamos el mejor equipo posible, haciendo lo que mejor sabemos hacer”. En nuestro caso, eso era dejar de lado nuestras diferencias y entregar nuestras habilidades, al máximo, al servicio del Pueblota.
De esa manera construimos una forma de hacer las cosas que si bien no fue el descubrimiento del hilo negro, fue lo que a nosotros nos hace sentir más cómodos y orgullosos: Ser distintos. Así impactamos a muchas personas, dentro y, sobre todo, fuera de Puebla e incluso de México.
En definitiva, cada que vea para atrás para recordarlo, podré decir que nos divertimos demasiado en el proceso. Aunque también hubo momentos complicados, probablemente, de los peores que he tenido que enfrentar.
Aquí es donde hago una pequeña pausa para recordarles que no hay nada más importante que su salud, física y mental. Quienes les aman son súper importantes para afrontarlo, recuerden siempre que pedir ayuda es la piedra angular para salir de esos momentos en donde uno siente que ya no puede avanzar. Se los digo por experiencia. Todo pasa.
En el Puebla conocí a varios de mis mejores amigas y amigos de los últimos años, esos que me han dado la oportunidad de compartir momentos tan chingones como una peda en karaoke hasta más no poder; risas en shootings; frustraciones por resultados que para nada eran los esperados; viajes con anécdotas de avión y carretera y, sobre todo, sonrisas y cariño cuando uno más lo necesitaba.
Tengo muchas personas a quienes les debo demasiado y de todo en este gran trayecto; con el temor que me da dejar a alguien fuera (porque soy un olvidadizo de lo peor, ustedes lo saben) sólo quiero decirles… Cuando llegues a este punto y si tienes aunque sea un recuerdo de los últimos 6 años conmigo, tengo más que agradecerte de lo que te imaginas. Tus palabras, consejos, sueños y risas llenaron de vida mi historia y me siento tremendamente afortunado de haber coincidido. De corazón, sabes que un mensaje basta para poder conectar de nuevo. Una vez más… GRACIAS.
Es mucho más difícil de lo que imaginaba escribir esto, porque la verdad, aún no puedo procesar y creer todo lo que viví aquí, pero, si tuviera que dejar en pocas palabras mi sentir, iría algo así: lo único que necesité para transformar mi historia y crecer más que nunca, fue una Franja.