Las y los héroes Salvadoreños EXISTEN
Me está costando mucho trabajo saber por dónde iniciar, pero, creo que en situaciones como esta, lo que uno debe de hacer es dejar que la emoción tome el control. Lo que viví antes y durante mi conferencia para el Comité Olímpico de El Salvador sólo se puede explicar de una manera: Las y los héroes Salvadoreños existen, y ahí les van mis razones.
Primero, la experiencia de estar frente a el .000079% de la población, esa que es extraordinaria porque desde pequeña decidió dejar atrás muchas cosas con la única finalidad de cumplir sus sueños, simplemente es invaluable. Conocí y aprendí de las historias de atletas de todas las ramas que conforman el movimiento olímpico en El Salvador. Y, con un poco de suerte y un tanto de ingenio - creo 😅 - logré convencerles de el valor que tiene su historia para inspirar a miles y, por ende, recibir algo má$ que aplausos.
Luego, hay que hablar sobre el esfuerzo que requiere entregarte al 100 a tu competencia, pero además tener la capacidad de organizar un evento para más de 50 personas, con ponente internacionales - dentro de los cuáles me consideraron, MUCHAS GRACIAS -; lo que la Comisión de Atletas y el Comité Olímpico de El Salvador están haciendo para elevar todos los estándares en del deporte de su país es de clase mundial. Hay un gran liderazgo con Adriana Escobar y Armando Bruni, que, además, tienen un equipo inigualable para hacerlo posible. De verdad, me emociona demasiado lo que han sido capaces de crear; me siento muy honrado de que me hayan dejado aportar a su legado.
Para el final, lo mejor. Y es que lo que Julio Portillo ha traído a mi vida desde que lo conozco es simplemente heroico. El tipo es la muestra de que cuando uno persiste y trabaja, puedes impactar a todas las personas que te rodean. Lo de él es una mezcla de personalidad, resiliencia y enfoque inspirador que, sin duda, todo mundo debería de conocer. Si conocí El Salvador y me maravillé de su potencial, fue gracias a que nunca se rindió para contactarme con la única petición que todos deberíamos de siempre tener: quiero aprender.
Gracias, Sivar, seguro que nos vemos muy pronto.